Un poco de luz en el sistema educativo

Las clases de filosofía las he disfrutado mucho, es de las pocas veces en los 13 años que llevo en el sistema educativo que tengo la sensación de que estoy aprendiendo de verdad y que el profesor es lo que quiere y no simplemente que memorice algo para escribirlo en un examen. 

La forma de dar las clases con interaciones constantes con los alumnos las hacen más amenas y te hacen partícipes de ella y no un simple espectador. Además de cara a evaluarte no se te pide que digas al pie de la letra lo que el profesor dictó sino que argumentos porque piensas ciertas cosas y me parece mucho más importante que hacer un copiar y pegar de tus apuntes.

Realmente la filosofía en sí está hecha para pensar, para darle vueltas a todo, buscar el porqué de las cosas pero tal y como se imparten las clases por norma general y por triste que parezca, nadie desde fuera pensaría que realmente pensamos y que se busca más allá de escuchó lo que dice el profesor, lo escribo, lo memorizo en mi casa, lo escupo en un examen y a la media hora me olvido de todo el temario sin haber entendido nada. Sino que en está asignatura de verdad  piensas y de verdad es importante que entiendas las cosas.

En definitiva he disfrutado mucho las clases que me han dejado pensar y reflexionar,  la recomendaría a los demás y me parce un ejemplo de forma de impartir una asignatura que mucho otros profesores deberían mirar.